Un cuchillo artesanal no es solo una herramienta: es parte de tu ritual, de tu historia y de tus manos. Por eso, su cuidado no puede dejarse al azar. Acá te dejamos algunos tips fundamentales para mantenerlo como el primer día:
1. Secalo siempre después de usarlo
El agua es enemiga del metal si queda por mucho tiempo. Aunque el acero inoxidable 420 es resistente, siempre conviene secarlo apenas lo lavás. Nada de dejarlo húmedo sobre la mesada.
2. No lo metas en el lavavajillas
El calor y los detergentes agresivos pueden arruinar el filo y maltratar el mango, sobre todo si es de madera, cuerno o hueso. Lavalo a mano con una esponja suave.
3. Usalo para lo que fue diseñado
Un cuchillo de cocina o parrilla no está pensado para abrir latas, hacer palanca o cortar huesos duros. Eso puede dañar la hoja o desafilarla antes de tiempo.
4. Mantenelo afilado
Un cuchillo bien afilado es más seguro y preciso. Podés usar piedra, chaira o llevarlo a un afilador. Con un buen mantenimiento, el filo puede durar mucho tiempo.
5. Guardalo bien
Lo ideal es tenerlo en su vaina de cuero o en un lugar donde no golpee contra otros metales. Así evitás mellas o daños en la hoja.
6. Hidratá el mango
Si es de madera o cuerno, podés aplicarle una gota de aceite mineral o de cocina cada tanto. Esto evita que se reseque o agriete con el tiempo.
Cuidar tu cuchillo es prolongar su historia. En LEGADO creemos que las cosas bien hechas merecen ser honradas con uso y atención. ¡Que dure toda la vida no es casualidad!